Soutelo y el ángel de los Goya
Soutelo de Montes no olvida a la angelical Alexia González-Barros, actualmente en proceso de beatificación y cuya figura inspiró la polémica película "Camino". A pesar de que sólo veraneó en Soutelo hasta los 7 o los 8 años, quienes la conocieron a ella y a su familia siguieron en la noche del domingo la XXIII Gala de los Goya y no pudieron evitar emocionarse al ver que la película que recrea su historia se convertía en la indiscutible triunfadora de la noche al cosechar 6 de las preciadas estatuillas: mejor película, mejor director (para Javier Fesser), mejor actriz (para Carmen Elías), mejor actor de reparto (para Jordi Dauder),mejor actriz revelación (para Nerea Camacho por encarnar a Alexia en la ficción) y mejor guión original (para Javier Fesser).
Éste es el caso de Pilar Cendón y de Amparo González Troitiño. Son dos de las vecinas que el domingo vivieron con emoción la entrega de los Goya y que ayer sólo tenían palabras de elogio para Alexia y su familia. Recuerdan que la niña fue la última de los hijos de Francisco y Ramona, "Moncha" para los amigos. Como una prima de sus padres que aún reside en Soutelo, Pilar López Varela, también Pilar Cendón y Amparo González recuerdan que Alexia era una niña muy guapa, rubia, con los ojos azules y que acostumbraba a jugar con los demás niños. Pilar Cendón, que acostumbraba a llevarle leche a su madre en verano, va más allá y recuerda que solía bañarse con sus hermanos y primos en una piscina redonda que había en el chalé modernista propiedad de su abuelo don Alfredo, gran mecenas de Soutelo, constructor de la actual iglesia y de la traída de aguas de la localidad.
Como Pilar Cendón, Amparo González y Pilar López, vecinas de la zona en la que Alexia veraneaba, también Carolina Cerdeira recuerda con nitidez la "humildad" que caracterizaba a los padres de la niña que está en proceso de beatificación. Los conocía bien porque se criaron en casas situadas una enfrente de la otra, en aceras opuestas de la carretera N-541 de conexión entre Ourense y Pontevedra. Además, se da la circunstancia de que Carolina era considerada por el padre de Alexia su "hermana de leche", debido a que nacieron el mismo mes y su madre los amamantó a los dos tras enfermar la madre de Francisco. No ha visto la película "Camino" y cree que verla le daría "pena" por el gran cariño que le unía y aún le une a su familia. Califica a sus progenitores de "unas bellas personas", opinión con la que coinciden Pilar López, Pilar Cendón y Amparo González.
Ésta -que cree que la niña "tiene que estar en el Cielo"-vio la película "Camino" con otros vecinos de Soutelo. Admite que le gustó aunque "con matices" porque cree que no se ajusta a la realidad en varios puntos. Así, señala que la tía de la niña era coja en la vida real, que su madre era muy buena persona aunque religiosa y que el padre de Alexia no murió de accidente, como recoge el filme, sino de enfermedad años después de que falleciese su hija. Por su parte, Pilar Cendón afirma sin dudarlo que su mujer murió "de pena" dos años más tarde.Prima hermana de su marido, habían obtenido una dispensa para poder casarse, como recordaba en noviembre para FARO don Manuel Cacheda, párroco de Soutelo de Montes entre 1951 y 1964. Cuando el amor de su vida falleció, Moncha no pudo superarlo. Ambos están enterrados en Soutelo. "Moncha se abandonó, nunca más se arregló", recuerda Pilar Cendón, partidaria de que si Alexia llega a ser santa en Soutelo se haga un santuario que beneficie al pueblo y rinda homenaje a la pequeña de Paco y Moncha así como a su familia, de los que afirma que eran "buenas personas y bien queridas".
Lo mismo opina de esta familia la señora que cuida al actual párroco de Soutelo don José, Clarisa Blanco. Recuerda a Alexia como "muy amable, saladiña, agradable", fruto de la educación que le dieron sus padres, "humildes" y "nada orgullosos".
Similar valoración realiza de su hermana el tío de Alexia y ex sacerdote que la bautizó en 1971, Constantino González-Barros. Afirma que no quiso ver "Camino" porque le informaron de que presentaba a su hermana como a una "fanática deshumanizada y cruel". Nada más lejos de la realidad, según Constantino. Admite que en lo tocante a la religión su hermana -supernumeraria del Opus Dei- era "rígida, cortante y dogmática", lo que impedía que se entendiesen bien desde que dejó de ser sacerdote en 1974 y se hizo agnóstico. Ahora bien, hace hincapié en la enorme calidad humana de Moncha que, según ha podido saber Tino a través de su mujer, no se refleja bien en la película. Hace notar que tenía un lado humano caritativo y "muy generoso" que hace que sus sobrinos guarden aún hoy un muy grato recuerdo de ella. También recuerda con nitidez la visita que realizó a Alexia en Pamplona dos meses antes de que falleciese. Le impresionó la "paz, alegría y tranquilidad" que transmitía pese a que ya se encontraba muy enferma. Recuerda que no denotaba "angustia" ni "zozobra" alguna sino que se mostraba "normal" y "alegre" con sus primos Alfredo, Bruno y Blanca, a pesar de los padecimientos físicos por los que indudablemente atravesaba.
Quizás esto se deba a la profunda fe que guiaba sus pasos. Criada en un hogar de sólidas convicciones cristianas, Alexia hizo la Primera Comunión en Roma en la iglesia donde reposan los restos mortales de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. En el Vaticano, el Papa le hizo la señal de la cruz y le besó la frente. También vio cumplida una de sus mayores ilusiones al viajar a Tierra Santa y besar el lugar en el que nació el Jesús. Fue una niña normal hasta que le tocó afrontar los 10 meses de calvario derivado de un tumor maligno que la dejó paralítica, le hizo afrontar cuatro largas operaciones y dolorosísimos tratamientos que, sin embargo, supo afrontar con paz y alegría. Aunque deseaba curarse ni así dejó de decir: "Jesús, que yo haga siempre lo que Tú quieras" ni "yo quiero lo que Tú quieras" .
Tras su fallecimiento en la Clínica Universitaria de Pamplona el 5 de diciembre de 1985, su fama de santidad se extendió con celeridad, iniciándose su Causa de Beatificación el en 1993, logrando en 1994 el Decreto de validez por la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos, ante la que se presentó la Positio el 8 de mayo del Año Jubilar 2000.
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Carlos -
Belia -